viernes, 22 de julio de 2011

Manejo de la Embarazada adicta a Cocaina



INTRODUCCION
El 3% de las mujeres embarazadas consumen dogas ilícitas durante la gestación según Centro de Control de Enfermedades (CDC) aunque estas cifras han aumentado en los últimos años. La exposición del feto a la cocaína, predispone a retardos en el crecimiento fetal, defectos congénitos, disturbios en el sueño, en la alimentación, problemas ulteriores de aprendizaje y comportamiento, presentando en algunos casos síndromes de abstinencia. Los defectos congénitos incluyen una serie de anomalías en la estructura, funciones y/o metabolismo que pueden terminar en discapacidad y/o muerte. Pero, la mayoría de las mujeres adictas son a más de una droga (incluye tabaco y alcohol) por lo que es difícil determinar la causa efecto de cada una de ellas por separado; por lo que en el 70% las causas son desconocidas.

HISTORIA OBSTETRICA
Como antecedentes se han observado mayor frecuencia de abortos espontáneos y de partos prematuros, lo mismo que el abrupto placentae que muchas veces se manifiesta con importante hemorragia que requiere urgente intervención para evitar la muerte de la madre y del feto. La pre-eclampsia, eclampsia, el edema pulmonar, la arritmia, la disfunción ventricular izquierda y las convulsiones son potenciales y severas complicaciones presentes en las madres adictas a la cocaína. Signos que acompañan a la adicción son la dilatación de las pupilas, taquicardia, taquipnea, hipertensión arterial e hiperreflexia. 

CONVULSIONES Y ADICCION A LA COCAINA

Diagnóstico
Existe una correlación entre la intoxicación aguda de cocaína durante el 3er trimestre de la gestación y la eclampsia y pre-eclampsia. La consulta de una gestante con cefalea, dolor abdominal, hipertensión arterial, visión borrosa o convulsiones que presenta uno ó más de estos síntomas y se hace el diagnóstico de eclampsia, debe considerarse que puede estar asociada a la intoxicación con cocaína. La endotelina 1 es un potente vasoconstrictor que se encuentra elevado en la preeclampsia igual que en la intoxicación con cocaína, cifras que no están aumentadas en caso o de hipertensión crónica o en embarazos no complicados. La frecuencia de convulsiones en las adictas a la cocaína fue 7,9% (32/403) y se acompañaba en ciertos casos de una atrofia cerebral difusa diagnosticada en la tomografía computarizada.

Tratamiento
Un estudio realizado en ratas, mostró que el diazepam administrado preventivamente reducía los episodios convulsivos (90% a 0%) y la mortalidad de 85% a 10%. También sucedía aunque en menor proporción cuando era administrado después de la exposición a la cocaína. Ciertas drogas antidepresivas pueden reducir el umbral para los efectos de la cocaína. Otra publicación compara el efecto de la fenitoína con placebo y encuentra que el grupo intervenido tuvo menos metabolitos de cocaína en orina, más largos períodos sin administrarse y menor anhelo para recibirla. A su vez se comparó en un estudio clínico randomizado que incluyó 897 mujeres eclámpticas, el efecto del sulfato de magnesio comparado con la fenitoína. El Sulfato de Magnesio disminuyó significativamente la frecuencia de intervenciones en comparación con la Fenitoína (RR = 0,31 IC 95% 0,20 – 0,47); también hubo menos mortalidad materna aunque las diferencias no fueron estadísticamente significativas. Con el uso del Sulfato de Magnesio, disminuyó significativamente la neumonía, la asistencia ventilatoria mecánica y el ingreso a Unidad de Cuidados Intensivos. Otro estudio comparó el Sulfato de Magnesio con el Diazapam para el tratamiento de la eclampsia  y encontró significativa menos convulsiones con el Sulfato de Magnesio (RR = 0,45 - IC 95% 0,35-0,58), menos mortalidad materna, aunque al borde de la significación (RR = 0,60 IC 95% 0,36-1,00) y menos tiempo de estadía institucional (RR = 0,66 IC 95% 0,46-0,95). Tanto el Sulfato de Magnesio, la Fenitoína y el Diazepam son drogas utilizadas frecuentemente en embarazadas y su margen de seguridad es adecuado.
Una revisión sistemática tuvo como objetivo medir la efectividad de intervenciones sico-sociales en mujeres adictas a drogas ilícitas. A un grupo de embarazadas adictas un manejo contingente (MC) que incluye, trabajo, dinero, otros beneficios si se abstienen de usar drogas y a otro grupo guiándolas o aconsejándolas a través de intervenciones que las motiven (IM), mostrándole nuevas posibilidades, nuevas directivas o cambios en el estilo de vida. La evidencia mostró que los programas de MC fueron efectivos en mejorar y o reducir el uso de drogas, mientras que en las intervenciones motivadoras (IM) hubo hasta ahora insuficiente evidencia para recomendar su uso.

CONCLUSIÓN
La adicción a la cocaína es cada vez más frecuente y ello incluye a la mujer embarazada. La exposición del feto a la cocaína, produce daños que pueden ser irreversibles, complican el embarazo, el nacimiento y afectan a la madre, sobretodo en lo que se refiere al aparato cardiovascular y al sistema nervioso (problemas neurosiquiátricos y convulsiones). Frente a una gestante diagnosticada como eclámptica se debe descartar la adicción a la cocaína, tratar las complicaciones y establecer una estrategia oportuna para reducir la adicción. En cuanto a las intervenciones psicosociales aquéllas que ofrecían trabajo, dinero o beneficios (MC) para dejar de consumir drogas eran más efectivas que las entrevistas e intervenciones motivadoras (IM).

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